El acompañamiento salesiano: una misión diaria

La Escuela Salesiana de Acompañamiento Espiritual San José Cafasso tiene como objetivo formar a SDB y seglares con capacidad de acompañar procesos de crecimiento personal y vocacional; caminando junto al joven en su experiencia humana y de fe a través del carisma salesiano. Esta labor tiene una clave importante: hay que desarrollarla en la cotidianidad de los jóvenes, comprendiendo sus intereses, sus sueños, pero también sus temores.

Ante el clima de inseguridad y miedo que vive el país, la labor del acompañante salesiano adquiere mayor relevancia para que los jóvenes no pierdan la esperanza, no se sientan desprotegidos y puedan contar con un amigo/a en el camino de la vida. A continuación, se comparte el testimonio de dos docentes que viven con pasión esta misión de acompañar.

Jenny Chimbo – docente de la UE Sánchez y Cifuentes de Ibarra

Formar parte de la Escuela de Acompañamiento me ha permitido conocer más de la espiritualidad de Don Bosco y la importancia de responder a los signos de los tiempos. En este proceso he aprendido más sobre los rasgos fundamentales de los salesianos como la alegría, la cercanía y, sobre todo, la importancia de tratar con amor a los jóvenes. También, comprendí que para acompañarlos no necesariamente debemos llevarlos a la capilla, a un retiro o una convivencia, sino que podemos hacerlo en su día a día y que ahí encuentren a Dios.

Ahora estoy acompañando a dos jóvenes y cuando se les propone un acompañamiento de confesión, de religión a veces no demuestran interés, pero cuando se les propone un acompañamiento en su cotidianidad, ellos aceptan con alegría. El valor principal es que los chicos puedan contar con alguien en el camino que están transitando.

Ante la situación que estamos viviendo, hemos estado trabajando en el colegio y con las familias en el hecho de cuidarse más. Asimismo, en mi labor como docente acompaño a los jóvenes para que tomen medidas de precaución y sepan discernir a qué lugares van y con qué personas se rodean.

José Luis Ponce – docente de la UE Santo Tomás Apóstol de Riobamba

La experiencia de la Escuela Salesiana de Acompañamiento me ha permitido identificar la importancia de ser cercano a los chicos y de ser cercano a Dios. Lo más importante del curso ha sido mirar nuestra vida espiritual y estar cerca a los muchachos sin juzgarlos, sin estereotipos; poder ser sus acompañantes entendiendo su realidad, su cotidianidad.

Este tiempo de formación me ha permitido darme cuenta que cuando uno hace las cosas con amor se abren los corazones de los jóvenes, y la empatía nos permite entenderlos y amarlos. Estos dos valores son complementarios en la labor pastoral y ellos sienten confianza en alguien que los quiere.

En los actuales momentos, el reto ha sido mostrar un equilibrio para que los chicos no pierdan la esperanza. Acompañar a un joven en un contexto normal es complicado, más aún donde se ha normalizado la violencia, el temor. Ha sido una tarea difícil, pero como acompañante y educador terminamos siendo fuente de agua para esos chicos que tienen sed de que alguien los escuche, los mire, les comparta esperanza y les transmita alegría.

Somos hijos de un soñador y lo importante en el acompañamiento es trabajar junto a los jóvenes para que sus sueños no solo se queden en ideas, sino que se hagan realidad, así como lo hizo Don Bosco.

Cristian Calderón

Oficina Salesiana de Comunicación

Fecha: 2024-02-11

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