¡Viva Don Bosco!: Una fiesta oratoriana en la Vicaría Parroquial de Lumbisí anclada en la esperanza

El sábado 25 de enero, los Oratorios Lumbibosco, Maín y Felipe Rinaldi se unieron en una celebración vibrante y llena de gratitud para honrar a Don Bosco, el padre y maestro de la juventud. La jornada estuvo marcada por un espíritu de alegría, unidad y devoción, reflejando el carisma salesiano que sigue vivo en la comunidad de la Vicaría Parroquial de Lumbisí.

La celebración comenzó con una solemne eucaristía de fiesta, presidida por el P. Darío Ortiz, párroco, a la que asistieron niños, niñas, jóvenes, padres de familia y animadores de los diferentes oratorios. Durante la homilía, el padre Darío destacó la importancia de Don Bosco como un modelo de esperanza para todos los oratorios y exhortó a todos los presentes a ser, a lo largo de este año, auténticos misioneros de esperanza, llevando la Buena Nueva de Dios a los demás.

Tras la eucaristía, una colorida procesión recorrió las calles de Lumbisí, llevando el mensaje de alegría salesiana a toda la comunidad. Cada oratorio presentó un carro alegórico cuidadosamente decorado con creatividad y entusiasmo, que representaban a Don Bosco, María Auxiliadora y Madre Mazzarello. A lo largo del recorrido, se escucharon cantos salesianos que resonaban con energía y reforzaban el espíritu festivo de la jornada.

La celebración continuó en el Oratorio Lumbibosco, donde se llevó a cabo un animado acto cultural. Cada oratorio preparó y presentó una coreografía especialmente diseñada para la ocasión, demostrando el talento y compromiso de los participantes. Además, se organizaron dinámicas grupales y un concurso titulado «Quién sabe, sabe», en el que los participantes pusieron a prueba sus conocimientos sobre la vida y legado de Don Bosco.

Para culminar esta jornada inolvidable, Sor Luz América Cusi, FMA, cerró este evento con las buenas tardes, ofreciendo un mensaje lleno de esperanza e inspiración. Invitó a todos los presentes a vivir con entusiasmo el carisma salesiano en su vida cotidiana y resaltó el impacto del legado de Don Bosco en los oratorios. Antes de despedirse, siguiendo la tradición de Don Bosco, animó a los asistentes a rezar juntos un Ave María, como una forma simbólica de concluir la celebración con fe y unidad.

La fiesta de Don Bosco permitió reafirmar los valores y principios salesianos, y dejó en el corazón de cada participante la misión de llevar esperanza y alegría para quienes los rodean, tal como Don Bosco soñó.

Cristian Lita
Referente Local de Comunicación | Comunidad Prenoviciado

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