Fondo Vocacional Salesiano impulsa las vocaciones y la formación sacerdotal desde 1954
Desde 1954, el Fondo Vocacional Salesiano (FVS) es una iniciativa destinada a apoyar a jóvenes en su camino hacia la vida religiosa salesiana, especialmente en el proceso de formación vocacional y sacerdotal. El objetivo de esta obra es cubrir las necesidades económicas relacionadas con sus estudios académicos, experiencias pastorales, y recursos básicos para su vida comunitaria.
La Congregación Salesiana en todo el mundo promueve este tipo de iniciativas para garantizar que la falta de recursos económicos no sea un impedimento para quienes sienten el llamado de Cristo en sus corazones y seguir el carisma de Don Bosco, como sacerdotes o salesianos coadjutores. A menudo, la ayuda viene de benefactores extranjeros, exalumnos, parroquias y campañas específicas.
En Ecuador, el FVS fue fundado por el P. John Porter, quien, fiel al espíritu de Don Bosco, enfatizó la importancia de formar jóvenes comprometidos con el carisma salesiano, especialmente entre los más necesitados. El padre Porter fue un sacerdote salesiano irlandés, que desempeñó un papel clave en el fortalecimiento y la expansión del Fondo Vocacional. Su liderazgo y visión, lo convirtieron en un gran promotor de las vocaciones y del desarrollo de la obra salesiana en el país. Tejió una gran red de donantes de habla inglesa en Estados Unidos, Canadá, Irlanda, Inglaterra y Australia. Utilizando sus contactos, aseguró que las limitaciones económicas no fueran un obstáculo para responder al llamado de Dios.
Es así, que el padre John trabajó muy duro en este proyecto por más de 47 años; hasta el día en que el Señor lo llamó a su lado, el 11 de noviembre de 2004. Luego el P. Rafael Bastidas (+) asumió como director del 2004 al 2011. Desde el 2011, Mons. Alfredo Espinoza, sdb, fue director hasta el 20 de diciembre de 2013, luego de que el papa Francisco lo nombró Obispo de Loja. Y del 2013 al 2020, el P. Maffeo Panteghini, misionero salesiano, fue el director de la obra.
EL FVS inició con más de 35.000 donantes; actualmente, cuenta con más de 2.000. Es importante resaltar, que los donantes en su mayoría salen del programa debido a su edad avanzada. Las donaciones son anuales, semestrales o mensuales; que van desde la USD 5. Desde la oficina principal, que opera en Quito, los donantes reciben información permanente a través del correo físico, redes sociales y atención personalizada, gracias al apoyo de las secretarias en las filiales salesianas en los países donantes. A través de esta comunicación constante, se anima para que los donantes en sus familias vivan la alegría de orar, apoyar y acompañar la formación sacerdotal y académica de nuestros seminaristas.
Es importante reconocer que no es fácil seguir 12 años de estudios durante el camino del Sacerdocio. Todos los jóvenes seminaristas necesitan de cuando en cuando, una voz de aliento fraterna que los anime, para cumplir con amor y dedicación los encargos pastorales, sus obediencias, sus estudios. Por ello, es importante resaltar el rol del donante en el programa de apadrinamiento del FVS. Su valor no solo viene desde la amplitud de su generosidad sino de mantener en su oración diaria a sus apadrinados.
Este programa, desde su inicio, ha permitido que más de 813 jóvenes en Latinoamérica logren consagrarse como sacerdotes. Desde el 2022, 14 diáconos se encuentran en sus últimos años de formación para recibir la orden del sacerdocio. Y en el 2024, más de 20 jóvenes han dado su sí definitivo en sus profesiones perpetuas.
Actualmente, las Casas de Formación Salesianas que reciben apoyo desde el FVS para la formación son: Argentina Norte, Haití, Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia.
El equipo de la obra se organiza en 4 áreas: la dirección desde el 2020 está a cargo del P. Luis Mosquera; la coordinación con Ritha Guerra, el archivo con Gabriela Tapia y la comunicación con Fernanda Vasco.
Para el 2025, los objetivos de la obra son mantener el contacto con los donantes a través de los diversos canales, continuar apoyando el camino elegido por los jóvenes seminaristas y perpetuar el legado de los Salesianos que han animado esta obra para que no falte un Don Bosco en los lugares donde más se necesita.
Fernanda Vasco
Comunicación Fondo Vocacional Salesiano