Familia Salesiana del Ecuador presente en el 53° Congreso Eucarístico Internacional
Del 8 al 15 de septiembre, Quito fue el escenario del Congreso Eucarístico Internacional, evento que reunió a miles de religiosos, religiosas y fieles católicos de todo el mundo para reflexionar sobre el misterio de la Eucaristía y su papel central en la vida de la Iglesia. Y la Familia Salesiana del Ecuador estuvo presente en este importante encuentro para fortalecer su compromiso en la difusión de la devoción eucarística, especialmente entre la juventud.
Alrededor de 30 representantes de la Familia Salesiana formaron parte del desarrollo del Congreso que reunió alrededor de 4 mil participantes. Las ramas presentes fueron: Salesianos de Don Bosco (SDB), Hijas de María Auxiliadora (FMA), Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y de María (HHSSCC), Salesianos Cooperadores y la Asociación Damas Salesianas.
En un mensaje compartido por Mons. Alfredo Espinoza, arzobispo de Quito, para los medios salesianos, mencionó que la Familia Salesiana tiene una misión común: ser constructores de fraternidad con un estilo muy particular, que es el estilo de Don Bosco. «Nuestro carisma es lo que podemos aportar a la Iglesia, es ese distintivo que damos a la Iglesia y construimos esta fraternidad con este estilo, un estilo de cercanía, de familiaridad, de alegría y de opción por los pobres, que nunca podemos perder».
A lo largo del Congreso, varios de los representantes compartieron su testimonio sobre el significado de participar en este encuentro y de los aprendizajes que se llevan para continuar con su misión.
Para hacer vivo este tema: «Fraternidad para sanar el mundo», es fundamental tomar conciencia de que para vivir la fraternidad, uno debe empezar por sí mismo: quererme a mí mismo para poder querer a los demás, ser fraterno con los demás. La fraternidad comienza en el entorno en el que vives, en tu comunidad, en tu colegio, en tu hogar.
Como salesiano, esta experiencia me ha enriquecido profundamente, porque los jóvenes de hoy son quienes tienen muchas heridas que sanar. Son ellos quienes no comprenden qué significa vivir la fraternidad y la buscan en otras cosas que el mundo les ofrece. No se sienten queridos, amados, ni fraternos. Este congreso me invita a amar más a los jóvenes, a quererlos como lo hizo Don Bosco.
P. Harry Icaza, sdb
Estar en el Congreso ha sido una bendición por la oportunidad de compartir, no solo con la Familia Salesiana y con mis hermanas y hermanos, sino también a nivel de la Iglesia del Ecuador y de diferentes partes del mundo. Siempre es enriquecedor encontrarse con tantas personas queridas.
Don Bosco y Madre Mazzarello, desde el inicio, fueron sinodales y apasionados por el Reino. Pudieron visualizar hasta más allá de las fronteras. Entonces, nuestro compromiso es seguir luchando para tener como centro a Jesús Eucaristía. Ellos fueron hombres y mujeres eucarísticos desde el inicio. Y ese es el reto, que nosotros también seamos ‘pan partido’ para los demás.
Sor Ximena Jaramillo, fma
Para mí ha sido una gran alegría y misericordia de Dios estar presente en este Congreso. Considero que es una gran bendición porque he podido ver la Eucaristía como el culmen de la vida cristiana y también como el medio para fortalecer la fraternidad. Estar aquí ha sido, para mí, una oportunidad para reactivar la vida; es ver un mundo herido y reflexionar sobre cómo puedo contribuir a que esas heridas se vayan cerrando, tanto a nivel personal como en mi congregación, en mi familia y en el mundo.
Como Familia Salesiana, estamos dando testimonio de unidad y carisma. Somos familia, somos fraternidad, somos unidad. Fuimos fundados por un santo que nos inculcó esta familiaridad y cercanía.
Hna. Carmen Alicia Sánchez, hhsscc
Este Congreso nos ha enseñado que como Iglesia necesitamos estar unidos, reconocernos como hermanos y que todos somos importantes. Por otra parte, es hermoso y maravilloso aprender cosas nuevas; estamos refrescando conocimientos que ya poseemos, pero también nos estamos enriqueciendo y saboreando las gracias del espíritu de Dios.
Como Damas Salesianas, tenemos la misión de evangelizar a través de la promoción humana. Esta misión se fortalece con los criterios que estamos recibiendo, los cuales nos permiten seguir creciendo como personas, como Damas Salesianas y como hijas de Dios.
María Elena Alcina – Dama Salesiana