En la Fiesta de la Comunidad Inspectorial, el P. Marcelo Farfán hizo un llamado a ser signos del amor de Dios en el Ecuador
En la sede Cuenca de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), el sábado 8 de junio se celebró la Fiesta de la Comunidad Inspectorial, un momento para dar gracias a Dios por la vida del P. Marcelo Farfán, inspector; por las celebraciones jubilares de los salesianos homenajeados y por la misión confiada en favor de los jóvenes del Ecuador. Este año, esta celebración tuvo una motivación especial: los 30 años de vida institucional de la UPS, la cual comenzó sus actividades en octubre de 1994.
Este evento congregó a salesianos de diferentes comunidades del Ecuador, representantes de las diferentes ramas de la Familia Salesiana, colaboradores laicos de varias obras y jóvenes que forman parte de las comunidades de Cuenca-Yanuncay y Cuenca María Auxiliadora. Todos se unieron para celebrar en torno a la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, al cual nuestra Inspectoría está consagrado y lleva su nombre.
La Fiesta de la Comunidad Inspectorial inició con la eucaristía que presidió el padre Inspector, quien compartió las siguientes palabras durante su homilía:
«Creo que hoy tenemos motivos para que el corazón del Señor y el nuestro se llenen de alegría. Alegría por los miles de jóvenes, familias y comunidades educativas que confían en el cuidado salesiano y que hacen parte de nuestras casas y obras, y a quienes podemos servir desde nuestras limitaciones… Alegría por la presencia de tantos hermanos salesianos que día a día van dando su vida en el anuncio del Evangelio a los jóvenes, a los pobres, a las comunidades. Alegría que viene de los hermanos que celebran bodas jubilares y que son expresión de fidelidad al don carismático recibido. Alegría por la posibilidad de servir, en especial a los más pobres…
Si continuamos siendo fieles a la vocación y misión recibidas, con seguridad el corazón de Jesús estará rebosante de verdadera alegría. Pero, también el corazón del Señor sufre con nuestros sufrimientos y lamentablemente hay motivo para ello. Nadamos en contracorriente en medio de una sociedad herida por la violencia, el narcotráfico, la inseguridad, la corrupción generalizada, la pobreza creciente, la fuga del propio país porque no ofrece esperanza. Sufrimos por los jóvenes que están siendo víctimas de bandas criminales organizadas y por el narcotráfico. Sufrimos por los antivalores que se presentan como avances sociales confundiendo la tarea educativa. Sufrimos también por nosotros mismos que no logramos estar a la altura de los desafíos pastorales de nuestro tiempo y que no falta quienes se desaniman o permanecen en la comodidad de las respuestas ya conocidas.
Sin embargo, al celebrar esta fiesta inspectorial, bajo la intercesión del Sagrado Corazón de Jesús, no podemos olvidar que los planes del Señor, los pensamientos de su corazón son siempre proyectos de salvación… Por eso, en este día que celebramos la experiencia de ser comunidad inspectorial a la luz del corazón de Jesús, renovemos ante todo el amor fraterno para seguir construyendo comunidades en que pongamos al centro el seguimiento de Jesús y de su proyecto: el Reino.
Renovemos el deseo de ser salesianos que aman a los jóvenes que Dios nos ha encomendado. Renovemos la voluntad de hacer de nuestra Inspectoría, no tanto una grande institución cuanto un signo de la presencia amorosa de Dios en nuestra nación. Renovemos finalmente nuestra vocación de servicio por los más pobres que hoy han ido adquiriendo tantos rostros y que nos están pidiendo respuestas audaces más allá de nuestros pesimismos o de nuestra comodidad».
Al finalizar la misa, se desarrolló un programa artístico cultural en el teatro de la UPS. Allí se presentaron varios grupos que compartieron bailes tradicionales y animaron a los asistentes con música salesiana. El programa concluyó con un compartir fraterno.
Previo a la Fiesta Inspectorial, el 6 y 7 de junio se desarrolló la Reunión de Directores SDB y Laicos en la ciudad de Cuenca donde se abordaron temas importantes sobre el caminar de la Inspectoría y se compartieron algunos documentos para la animación de los ambientes como Obras y Servicios Sociales y Oratorios y Centros Juveniles. Este encuentro permitió fortalecer el sentido de unidad de la Inspectoría y seguir respondiendo a los desafíos que se presentan en los contextos actuales.
Oficina Salesiana de Comunicación