Marcha de la Fe: 57 años caminando junto a María

Este 19 de mayo, Domingo de Pentecostés, la UE Técnico Salesiano en la ciudad de Cuenca celebró con devoción y fervor la Marcha de la Fe. Este evento, que ya lleva 57 años realizándose, reúne a jóvenes, docentes, estudiantes, exalumnos, padres de familia y miembros de la comunidad en una muestra de gratitud y confianza con María Auxiliadora. La procesión es una clara manifestación del carisma hacía la ciudad, demostrando un compromiso cristiano que se vive con entusiasmo, entrega, afecto y dedicación.

Luego de la procesión por las calles de Cuenca, se celebró la eucaristía solemne a María Auxiliadora. Fue presidida por el padre Javier Herrán, exdirector de la comunidad de Yanuncay y actual director de la comunidad de Cayambe. Concelebraron junto a él el padre Juan Francisco Flores, vicario inspectorial; el padre Ángel Lazo, director de la comunidad de Yanuncay; y el padre Franklin Arévalo, coordinador de la Pastoral del Técnico Salesiano.

Uno de los momentos más emotivos fue la entrada al coliseo de los jóvenes de Tercero de Bachillerato, quienes cargaron en sus hombros las andas de María Auxiliadora. Este acto simboliza el compromiso de transmitir la fe a las futuras generaciones y el camino junto a María que emprenden como profesionales y fieles cristianos al servicio de la sociedad.

Durante la homilía, el padre Javier Herrán abordó la relación entre la vida digital y la práctica de la fe, instando a los jóvenes a encontrar maneras de amar y servir desde las plataformas digitales. «Ustedes son una generación digital que vive la fe y el amor desde la pantalla. No les voy a enseñar, ni tampoco mis hermanos sacerdotes, cómo ser cristianos desde la pantalla. Tenéis que ser ustedes los que descubran esa interacción entre la persona humana con lo que ofrece el internet,» dijo. Además, destacó que Jesús, cuando habló del evangelio, tenía en mente todas las culturas, incluida la cultura digital y el potencial de amar al prójimo a través de ella.

En su mensaje, el padre Javier recordó la importancia de la religión como una fuente que debe llenar nuestro espíritu. «Corremos el riesgo de hacer de la religión algo más, como un poncho, como una ropa que nos ponemos y nos quitamos. Y no, la religión es amor, es la fuente de vida que llena nuestro interior. Acogemos al espíritu cuando amamos la vida,» subrayó.

Como cierre de su homilía, el padre invitó a los jóvenes a seguir practicando su fe de manera activa y a convertirse en testimonios vivientes del amor de Dios en sus comunidades y que cada día sea para ellas y ellos una “Marcha de la fe”.

La celebración concluyó con la entrega del estandarte de María Auxiliadora por parte de los jóvenes de Tercero de Bachillerato a los de Segundo de Bachillerato, un gesto que simboliza el traspaso de un compromiso de fe que trasciende generaciones.

Marco Padilla
Oficina Salesiana de Comunicación

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