Más de 250 niños, niñas y jóvenes de las Misiones Andinas fortalecen su fe, identidad y conciencia ecológica
En un ambiente de alegría, más de 250 niños, niñas y jóvenes de las parroquias de Simiatug, Facundo Vela y Salinas de Guaranda se reunieron en el II Encuentro del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS) y Oratorios-Centros Juveniles de las Misiones Andinas que se desarrolló el 29 y 30 de marzo.
En estos días, los participantes profundizaron en su identidad cristiana y salesiana, reflexionaron sobre el cuidado de la casa común y fortalecieron su compromiso con la comunidad, siguiendo el espíritu oratoriano de Don Bosco: casa que acoge, parroquia que evangeliza, escuela que educa para la vida y patio donde se comparte la alegría.
El evento, que tuvo lugar en Salinas de Guaranda, fue animado por los salesianos de la comunidad de Simiatug, la comisión de Oratorios-Centros Juveniles, encabezada por el P. David De la Cruz, y el grupo de voluntarios que se encargó de mantener vivo el carisma salesiano.
Los integrantes de la comisión de Oratorios-Centro Juveniles fueron los encargados de profundizar, a través de actividades lúdicas, el mensaje del Aguinaldo del 2025. A continuación, desarrollaron actividades grupales enfocadas en 4 ejes: la identidad, acompañar en la toma de decisiones, el criterio oratoriano y sobre la Eco teología.
Uno de los momentos centrales del primer día fue la Eucaristía inculturada, presidida por el P. David De la Cruz. Durante el acto penitencial, los participantes pidieron perdón a la Madre Naturaleza utilizando los cuatro elementos de la chakana (agua, tierra, aire y fuego), un gesto simbólico que reforzó la conciencia sobre la urgencia de proteger la casa común.
La jornada culminó con la noche cultural, donde los jóvenes demostraron sus talentos a través de danzas, bailes tradicionales y representaciones teatrales cargadas de mensajes de fraternidad y compromiso social.
El segundo día estuvo dedicado a generar conciencia sobre el cuidado del medioambiente. Por ello se organizó una actividad para sembrar plantas en las montañas donde el P. Jaime Pastuña hizo una oración con los jóvenes a su alrededor, pidiendo a Dios que guíe la vida de cada uno de los participantes y bendiga la Madre Tierra.
Posteriormente, se organizó un recorrido por diversas empresas de economía popular y solidaria de la zona, donde conocieron de cerca sus modelos de gestión, desafíos y contribución al desarrollo comunitario. Esta experiencia les permitió descubrir cómo el trabajo cooperativo y el emprendimiento pueden ser herramientas clave para mejorar las condiciones de vida de sus comunidades.
El encuentro concluyó con la Eucaristía presidida por el P. Jaime Chela y concelebrada por el P. Antonio Polo y el P. Alberto Panerati. En su homilía, el padre Jaime resaltó el papel fundamental de los jóvenes como líderes del presente y esperanza del futuro, llamados a transformar su realidad con valentía y fe. Además, les recalcó la importancia de que caminen con Dios en todos los planes que se propongan.
Testimonio de los jóvenes
Mishell Cadena
«Aprendimos que servir a los demás con alegría nos acerca más a Dios y nos une como comunidad. Reflexionamos sobre el valor del cuidado de la naturaleza y cómo, al fortalecer nuestra identidad en el MJS, podemos ser luz para otros jóvenes. Esta experiencia me ha motivado a seguir trabajando con fe, compromiso y solidaridad».
Felipe Aguilar
«En el encuentro nos hicieron reflexionar sobre el perdón y el papel de Dios en nuestra vida. Descubrí que Dios camina con nosotros y nos invita a llevar su alegría a los demás. También, aprendí a valorar la identidad cultural de otras parroquias y cómo podemos compartir nuestras tradiciones para fortalecer el sentido de comunidad».
María Isabel Collay
«Este encuentro me enseñó a valorar mi identidad y el respeto por los demás. Reflexionamos sobre el cuidado ecológico y comprendí que pequeñas acciones pueden generar grandes cambios. Me motivó a seguir los pasos de Jesús y a compartir con otros jóvenes lo aprendido. Ojalá más chicos puedan vivir esta experiencia y encontrar en la comunidad salesiana un espacio de crecimiento y fe».
Cristian Calderón
Oficina Salesiana de Comunicación