El domingo 7 de diciembre, como comunidad de fe, nos reunimos para celebrar la Eucaristía de Acción de Gracias, un momento privilegiado en el que reconocemos con humildad y alegría todo lo que Dios ha obrado en medio de nosotros.

Cada gesto, cada esfuerzo y cada espacio de encuentro comunitario se transforma en ofrenda que presentamos al Señor pidiendo que bendiga abundantemente a quienes forman parte de esta gran familia parroquial.

Con profundo gozo damos gracias especialmente por el caminar perseverante de nuestras Comunidades Eclesiales de Base (CEB) en Machala. Ellas, desde los diferentes sectores, barrios y hogares, continúan siendo un testimonio vivo de la presencia de Dios en medio del pueblo. Las CEB han sabido sostener la fe en tiempos de prueba, mantener la solidaridad como estilo de vida y cultivar la espiritualidad que nace del encuentro con la Palabra, la oración y la vida fraterna.

A lo largo del tiempo, las CEB han acompañado a las familias, han formado líderes comprometidos, han fortalecido la vida parroquial y se han mantenido firmes en su misión evangelizadora. Ayer fue una oportunidad para celebrar su constancia, su espíritu comunitario y su compromiso con los más necesitados. Su perseverancia es señal de esperanza para toda la Iglesia y un recordatorio de que Dios sigue actuando a través de los pequeños grupos que se reúnen en su nombre.

Que esta Eucaristía de Acción de Gracias renueve nuestras fuerzas, nos impulse a seguir caminando juntos y nos motive a seguir construyendo una comunidad que, siguiendo el ejemplo de Jesús y de la Iglesia primitiva, vive la fe con alegría, sencillez y entrega. Que el Señor siga bendiciendo a las CEB, a sus animadores, a cada familia que las integra y a todo el pueblo de Machala que busca vivir la fe con profundidad y compromiso.

Neiser Carchipulla
Referente Local de Comunicación | Comunidad de Machala