Encuentro Juvenil en Bomboiza reunió a más de 200 jóvenes en una jornada anclada en la esperanza

El pasado 1 de febrero, la Misión Salesiana de Bomboiza se convirtió en el epicentro de un encuentro significativo para los jóvenes de la parroquia y comunidades cercanas. Más de 220 jóvenes, incluidos los residentes de las casas estudiantiles «Santo Domingo Savio» y «Sta. María Goretti», así como jóvenes locales de Bomboiza y sus alrededores, vivieron una jornada llena de aprendizaje, espiritualidad y fraternidad, donde la esperanza fue el eje central de cada momento compartido.

Desde el inicio, la energía y el entusiasmo fueron palpables. Los voluntarios de la Misión y los jóvenes del grupo de prevoluntarios dieron la bienvenida con dinámicas y juegos que fortalecieron el ambiente de alegría y comunión.

El primer espacio formativo estuvo dedicado al Aguinaldo Salesiano 2025, cuyo mensaje, «Anclados en la esperanza, peregrinos con los jóvenes», resonó con fuerza en el corazón de cada participante. A través de reflexiones, juegos y dinámicas, los jóvenes descubrieron que la esperanza no es solo una idea abstracta, sino una fuerza que impulsa a superar dificultades, a soñar con un futuro mejor y comprometerse con la transformación de la realidad.

La tarde continuó con competiciones deportivas como fútbol, indor, baloncesto y ecuavóley. Más que simples juegos, estos encuentros fueron un testimonio de la importancia del esfuerzo, la unidad y el trabajo en equipo, valores que sostienen la esperanza de una juventud fuerte y comprometida.

Después de las actividades, los jóvenes compartieron una cena en un ambiente de fraternidad, reafirmando que la comunidad y el acompañamiento son pilares fundamentales para sostener la esperanza en el día a día.

Uno de los momentos más significativos fue el Rosario, dirigido por los grupos de prevoluntarios y misioneros. En un ambiente de reconocimiento y oración, los jóvenes fueron invitados a profundizar en su fe, descubriendo que la verdadera esperanza nace de una confianza plena en Dios, quien nunca y siempre abandona camina a su lado.

La jornada culminó con la Noche de la Alegría, un espacio donde la música, los juegos y la danza recordaron que la esperanza también se vive con gozo y celebración. Catequistas, hermanas religiosas y Salesianos de Don Bosco acompañaron este momento de fiesta, dejando en cada corazón la certeza de que la fe y la alegría son inseparables.

El evento cerró con el mensaje del P. Marcelo Bravo, director de la comunidad, y del P. José Delporte, vicario, quienes alentaron a los jóvenes a seguir viviendo su fe con pasión ya ser testigos de esperanza en sus familias y comunidades. Al final de la noche, cada joven recibió un pequeño obsequio como muestra de cariño, pero el mayor regalo que se llevó fue la convicción de que la esperanza no es solo un sentimiento pasajero, sino una certeza que ilumina el camino, aún en medio de las dificultades.

Este encuentro marcó los corazones de los jóvenes con un mensaje profundo: en un mundo que muchas veces presenta desafíos y sombras, la esperanza sigue siendo la luz que nos guía, nos sostiene y nos impulsa a construir un futuro lleno de amor y fe.

Paulo Ortega | Club de periodismo – Unidad educativa ETSA
Misión Salesiana de Bomboiza

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