Familia Salesiana apadrina el tradicional Pase del Niño Viajero de Cuenca
Cada año, las Madres del Monasterio eligen a los Priostes Padrinos del Pase del Niño Viajero de la ciudad de Cuenca. En este 2024, la Familia Salesiana es el Prioste principal de esta celebración que es considerada una de las mayores tradiciones religiosas y culturales de la Atenas del Ecuador.
Desde hace un mes y medio, cuando se recibió la noticia, se integró una comisión liderada por el P. Franklin Arévalo, coordinador de la Familia Salesiana, y se ha mantenido un tiempo intenso de planificación que unió a las ramas de la Familia Salesiana, la Universidad Politécnica Salesiana (UPS) y los Centros Escolares Salesianos. Se ha querido dar grandes respuestas con estilo salesiano a los requerimientos, animando la presencia y participación en esta celebración asumida con el lema «Peregrinos de la Esperanza».
Con una intensa agenda de actividades, encomendada al Señor, el 13 de diciembre se llevó a cabo el Pregón liderado con alegorías y música de la Unidad Educativa Técnico Salesiano, y que tendrán su culmen el próximo 23 de diciembre cuando se celebre el cambio de padrinos (priostes) del Pase del Niño Viajero.
El pregón no solo fue una muestra de unidad, sino también un recordatorio del poder transformador de la fe y el amor por nuestras costumbres. Desde el sonido de las bandas musicales hasta los coloridos trajes típicos que adornaron las calles, Cuenca demostró una vez más su espíritu de comunidad y hospitalidad.
El 24 de diciembre se celebra el Gran Pase que inicia con una Eucaristía en la Iglesia del Carmen de la Asunción. Posteriormente, se realiza un recorrido de padrinos, junto a autoridades locales y religiosas, quienes llevan al Niño hasta la iglesia de San Sebastián. El Niño Viajero realizará el recorrido en un carro alegórico de la UPS, acompañado de música y danza, hasta llegar a la Catedral para la Eucaristía que presidirá el Cardenal Luis Cabrera.
Es una alegría y un honor ser parte de una tradición que nos une como Iglesia en torno al Niño Dios, en la imagen del Niño Viajero
Historia del Pase del Niño Viajero
Es un desfile procesional que tiene como centro una imagen del Niño Jesús, de 30 cm de alto y que data de 1823. En el Pase participan devotos revestidos de personajes bíblicos y típicos, mayorales, etnias del Ecuador. También, desfilan seglares acompañados de sus familias, conjuntos musicales y carros alegóricos que recorren varias calles de la ciudad hasta llegar al Parque Calderón y terminar con una Eucaristía.
En 1933, cuando la escultura llegó a manos del Vicario de la Arquidiócesis de Cuenca, se comenzó a realizar el Pase en el Hospital Militar y el Vicario llevaba la imagen consigo a sus diferentes viajes, siendo que en uno de ellos la escultura llegó a ser colocada en el pesebre de Belén de Tierra Santa y en otra ocasión fue bendecida por el Papa. Cuando la imagen llegó de su último viaje, en 1961, la señora Rosa Palomeque de Pulla expresó al verlo: «Ya llegó el viajero» y esta frase dio origen a su nombre
Cada año, crece la cantidad de peregrinos devotos del Niño Viajero, y siendo un Pase Mayor, existen mantenedores de la tradición: la familia de la Sra. Patricia Pulla, quien heredó este encargo de su madre.
En 1986, por testamento, la sagrada imagen del Niño Dios queda al cuidado de las madres del Monasterio del Carmen de la Asunción y desde entonces, además de cuidarla celosamente, se preocupan por mantener la espiritualidad de esta celebración, en comunión con las autoridades eclesiásticas.
Karina Yépez A.
Salesiana Cooperadora