Edith Villa, estudiante del Agronómico Salesiano, se proclamó campeona provincial del Azuay en motocross
Una gran noticia llena de orgullo a la comunidad del Agronómico Salesiano de Paute: Edith Villa, estudiante de noveno año, se consagró campeona provincial de motocross en la categoría WMX “B” del Azuay, título que obtuvo tras una destacada temporada en 2024.
El camino hacia el campeonato comenzó en marzo, cuando Edith se alzó con la victoria en la primera de las seis carreras del calendario anual. Su desempeño fue impecable: ganó cada fecha con puntuación perfecta, acumulando un total de 300 puntos que le aseguraron el título provincial. «En todas me fue súper bien», destaca la joven deportista de 13 años, cuya pasión y disciplina la han llevado a la cima del motocross provincial.
A pesar de su pequeña estatura de 1,49 metros y su complexión delgada, Edith demuestra un dominio impresionante sobre su motocicleta KTM de 85 centímetros cúbicos. Su talento quedó en evidencia en cada competencia, avalada por la Federación Ecuatoriana de Motociclismo. Pero, su vida no gira solo en torno al deporte: también se destaca en los estudios, demostrando un equilibrio admirable. «Es importante ser disciplinada para alcanzar lo que uno se propone», afirma con convicción.
El apoyo de su entrenador, Felipe Merchán, ha sido clave en su éxito. Juntos planifican entrenamientos intensivos, especialmente en las dos semanas previas a cada competencia. «Con mi entrenador no descuidamos ningún detalle. Me da una lista de ejercicios específicos y recomendaciones sobre mi alimentación», explica Edith, quien sigue una estricta rutina para mantenerse en óptimas condiciones.
La afición de Edith por el motocross nació gracias a su padre, un apasionado de las motos que la llevó a las pistas desde los cinco años y se convirtió en su primer guía. Actualmente, ya planea su futuro en la categoría damas “A”, donde competirá con una moto de 125 o 250 centímetros cúbicos. «Es como empezar de cero, pero estoy segura de que también puedo lograr títulos en esa categoría», señala con confianza. Su sueño es claro: convertirse en campeona nacional y representar a Ecuador en torneos internacionales.
Con esfuerzo y sacrificio, Edith ha logrado enorgullecer a sus padres y ser un ejemplo para su prima pequeña y para toda la comunidad del Agronómico Salesiano. «Antes de cada carrera, mi mamá me da la bendición y rezamos para que Diosito nos cuide», comparte. Hasta ahora, ha acumulado 106 trofeos y 30 medallas en sus ocho años de carrera, un logro impresionante que apenas marca el inicio de su prometedora trayectoria.
Rubén Zhunio
Equipo de Comunicación del Agronómico Salesiano