Miguel Mera y Doménica Cárdenas: Embajadores de los sueños de la juventud ecuatoriana en Valdocco
El domingo 11 de agosto inició el Sínodo Salesiano de los Jóvenes con la eucaristía inaugural celebrada en la Basílica de María Auxiliadora por el Rector Mayor, Cardenal Ángel Fernández Artime. Son 278 jóvenes de 94 países los que participan de este encuentro promovido por el sector de la Pastoral Juvenil para celebrar el Bicentenario del Sueño de los Nueve Años de Don Bosco y para imaginar, junto con sus protagonistas –los jóvenes– la acción educativa y evangelizadora salesiana del futuro.
El Rector Mayor destacó en su homilía que el objetivo del Sínodo va mucho más allá de los juegos y las canciones. Recordó a la asamblea que esta reunión es una oportunidad única para trabajar juntos, escucharse atentamente unos a otros y entablar un diálogo significativo sobre los sueños y aspiraciones de los jóvenes de hoy.
Por la Inspectoría de Ecuador viajaron Miguel Mera y Doménica Cárdenas. En sus maletas, a más de llevar sus artículos personales, fueron cargadas de los sueños de la juventud salesiana del Ecuador. En estos días en Valdocco, ellos tendrán la misión de que estos anhelos sean escuchados y aportar en la misión que tiene la Congregación: estar junto a los jóvenes.
Antes de viajar a Italia, ellos compartieron su testimonio sobre el significado que tiene vivir esta experiencia tanto a nivel personal, como en su labor junto a los jóvenes de la Inspectoría:
Miguel Mera – Secretario técnico de Animación Vocacional, Misionera y Voluntariado
Puedo decir que nací prácticamente con los Salesianos. Toda mi educación primaria y secundaria la realicé con ellos, y también tuve la oportunidad de participar en el voluntariado juvenil misionero de la Familia Salesiana en el Proyecto Salesiano Guayaquil. Mi vida ha estado profundamente marcada por la presencia de los Salesianos, y esto ha sido un pilar fundamental en mi desarrollo.
Para mí, participar en el Sínodo Salesiano de los Jóvenes es un regalo de Dios, una oportunidad para renovar mi compromiso con el carisma y la misión salesiana. Es un tiempo para crecer y aportar desde mi experiencia pastoral, la cual comenzó desde muy pequeño y hoy continúa con mi trabajo en la Casa Inspectorial.
El sueño que yo llevo a este encuentro es buscar la santidad por medio del carisma salesiano. A nivel laboral, espero seguir aportando a la misión, con los jóvenes que trabajo y seguir contribuyendo al Reino de Dios desde el carisma salesiano.
Sobre el sueño que llevamos al Sínodo, en nombre de los jóvenes de nuestra Inspectoría, se resume en la búsqueda de la libertad y el acompañamiento. En estos meses que hemos podido dialogar y recolectar sus sueños, ellos anhelan tener libertad y seguridad, aspectos que lamentablemente nos hacen falta en nuestro país.
Para la eucaristía final del Sínodo nos han pedido que llevemos un signo y, junto a los coordinadores locales del MJS, hemos decidido llevar un sombrero de paja toquilla que representa la cultura de nuestro país y que tendrá dibujado un cóndor que busca representar precisamente ese sueño de un país más seguro.
En cuanto al sueño que compartimos en nuestra Inspectoría es ver a los jóvenes convertirse en protagonistas de sus propias vidas. Esta es la proyección a futuro que tiene el padre Inspector en este sexenio, que ellos se conviertan en agentes de cambio con el acompañamiento de los salesianos.
A pocos días de celebrar un año más del nacimiento de Don Bosco, definitivamente yo le seguiría regalando mi vida. Para mí es muy significativo ir a Valdocco y visitar todos los lugares, especialmente la Basílica de María Auxiliadora y decirles que voy a seguir aportando a la misión salesiana poniendo todos mis dones.
Doménica Cárdenas – Coordinadora nacional del MJS
Desde el momento en que comencé en el Movimiento Juvenil Salesiano (MJS), supe que me estaba preparando para algo grande. Desde que nos comunicaron que seríamos parte del Sínodo, hemos estado trabajando arduamente para escuchar a los jóvenes, para ser ese puente que transmita sus sueños y asegurar que la presencia viva de Don Bosco siga resonando en las aspiraciones de los chicos.
Mi vínculo con los Salesianos comenzó en la Universidad Politécnica Salesiana (UPS). Al ingresar, me propusieron formar parte de los grupos ASU, donde realmente descubrí quiénes son los Salesianos, cuál es su propuesta, y cuál es la misión que desarrollan. Fue en 2021 cuando inició mi camino con ellos, y en abril de 2023 asumí el rol de coordinadora nacional del MJS.
Ha sido muy interesante para nosotros escuchar los sueños de los chicos. Como sueño colectivo, llevamos el deseo de libertad. Queremos ver un país que vuelva a ser libre, lleno de oportunidades, porque sin eso, es imposible avanzar. Los jóvenes desean seguir estudiando, seguir trabajando, pero vivir en un país inseguro es una limitación enorme.
Mi sueño personal es seguir siendo un instrumento de Dios, que Él realmente sea quien abra mi camino donde Él lo desee. Estoy dispuesta a obedecer lo que Él me indique, poniendo mis fuerzas, mi amor y mi cariño en seguir el camino que Él me proyecte en el futuro.
La proyección más importante que tengo es que sigamos caminando juntos, que nos sintamos escuchados y que también escuchemos lo que está sucediendo con los Salesianos. Es fundamental seguir trabajando en conjunto, caminando juntos y manteniendo ese acompañamiento que nos nutre de experiencias compartidas.
Si le pudiera regalar algo a Don Bosco al conmemorar un año más de su vida, sin duda le regalaría mi vida; pongo en sus manos mi vida y que sea él quien me vaya guiando paso a paso en cada uno de los procesos y de las etapas que vaya cumpliendo.
El Sínodo Salesiano de los Jóvenes finalizará el próximo viernes 16 de agosto, una fecha con dos connotaciones importantes: la primera porque es la celebración del 209º aniversario del nacimiento de Don Bosco y, la segunda porque será el último acto oficial del Cardenal Ángel Fernández Artime como Rector Mayor, cuando presida la misa solemne de clausura del evento.
Cristian Calderón
Oficina Salesiana de Comunicación