L. Angelo Robusti Basso (+): Una vida de servicio y entrega a la educación y formación de jóvenes

El Salesiano Coadjutor Angelo Robusti nació el 6 de junio de 1932 en Mussotto, Cuneo – Alba, Italia; fue hijo de José Robusti y Teresa Basso. Desde temprana edad, manifestó una profunda vocación religiosa y un firme compromiso con los valores salesianos de servicio y educación.

Su camino en la orden salesiana comenzó en el noviciado de Villa Moglia, Italia, donde se formó entre 1949 y 1950. Profesó sus primeros votos el 18 de agosto de 1950 y realizó su profesión perpetua el 14 de agosto de 1956, ambos eventos también en Villa Moglia.

Don Angelo Robusti continuó su desarrollo académico y profesional, obteniendo el título de Profesor de Enseñanza Técnica con especialización en electrotecnia de la Inspectoría Salesiana del Sagrado Corazón el 18 de septiembre de 1964.

En agosto de 1956, trasladó su labor pastoral a la Inspectoría de Ecuador, donde dejó una marca indeleble en la comunidad salesiana y en los jóvenes a los que dedicó su vida. Su trayectoria incluyó roles significativos en varias ciudades ecuatorianas: desde 1956 hasta 1972 fue profesor y jefe de taller en Cuenca, contribuyendo al desarrollo técnico y humano de sus estudiantes. Posteriormente, asumió responsabilidades como consejero en taller y oratorio hasta 1983, año en que se convirtió en ecónomo y continuó liderando el oratorio en Cuenca hasta 1992.

Su labor continuó en Guayaquil, específicamente en el Colegio Cristóbal Colón, donde desempeñó funciones como ecónomo de 1992 a 2004 y como consejero de 2004 a 2006. Luego, se trasladó a Manta, donde ejerció como ecónomo hasta 2008 y como consejero hasta 2014, año en que regresó a Guayaquil, nuevamente al Colegio Cristóbal Colón, para seguir sirviendo a la comunidad salesiana.

Además de su compromiso con la educación y la administración en los colegios salesianos, Don Angelo Robusti fue reconocido como pionero en la disciplina de tenis de mesa entre los jóvenes de los oratorios salesianos. Su pasión por este deporte no solo promovió la actividad física, sino que también enseñó valores de disciplina y trabajo en equipo a generaciones enteras.

El cuerpo de L. Angelo Robusti fue velado en el Santuario María Auxiliadora de Guayaquil y posteriormente trasladado a Cuenca, donde recibió sepultura en el Mausoleo de los Salesianos.

Su vida es un testimonio de devoción, servicio y entrega a la educación y formación de jóvenes, reflejando los valores esenciales de la congregación salesiana a lo largo de su extensa carrera dedicada al bienestar de la juventud y la comunidad religiosa que lo acogió con afecto y respeto.

Que descanse en paz.

Lcda. Isamar Anchundia
Departamento de Comunicación
Comunidad San Juan Bosco Guayaquil

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