El Centro Psicológico P. Emilio Gambirasio celebró su 60 aniversario de fundación, destacando su servicio ininterrumpido a niños, jóvenes, adultos y familias del país. La celebración reunió a autoridades de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), la Inspectoría Salesiana del Ecuador, profesionales del centro, instituciones aliadas y miembros de la comunidad académica.
El evento, que se llevó a cabo en el campus El Girón de la UPS, fue un espacio de memoria y gratitud hacia la obra iniciada por el P. Emilio Gambirasio, salesiano pionero en el diálogo entre psicología y educación en el Ecuador. Su visión —considerar la atención psicológica como un derecho y no un lujo— marcó una ruta que transformó la forma de entender la psicología en el país.
Durante su intervención, María José Boada, directora del Centro Psicológico, recordó la profunda convicción del padre Gambirasio: «la ayuda psicológica es una necesidad fundamental para el desarrollo pleno de las personas». Además, destacó que el centro nació en la década de los 60 como un espacio innovador en orientación vocacional y psicometría, gracias al impulso de su fundador, del P. José Espinoza y de un equipo de jóvenes profesionales que luego se convertirían en referentes nacionales. Con el tiempo, ese pequeño consultorio se transformó en un centro de referencia en salud psicológica, capaz de adaptarse a los cambios sociales, tecnológicos y académicos.
Actualmente, la atención se fundamenta en un modelo que integra razón y amor, ofreciendo acompañamiento con calidad humana, calidez y rigor profesional. María José destacó la entrega de las generaciones de especialistas: «Cada profesional ha sido un faro de luz en momentos de oscuridad para innumerables personas y familias». A la vez, agradeció a las autoridades de la UPS y de la Inspectoría Salesiana por sostener institucionalmente el crecimiento del centro desde su reactivación hace 23 años.

El P. Juan Cárdenas, rector de la UPS, subrayó el aporte del centro como aliado estratégico de la academia. Lo definió como un «laboratorio vivo donde la teoría dialoga con la práctica y donde la formación académica crece en pertinencia y profundidad». Recordó que el centro ha permitido articular docencia, investigación y vinculación con la sociedad, desarrollando proyectos de intervención psicológica en distintos territorios del país y dando soporte a carreras de alta demanda como Psicología y Psicología Clínica. Asimismo, destacó que la experiencia del centro en Quito ha inspirado la reciente apertura de un nuevo centro en la sede Cuenca.
Por su parte, el P. Marcelo Farfán, inspector de los Salesianos en Ecuador, ofreció un emotivo testimonio personal al recordar que fue uno de los últimos alumnos del padre Gambirasio: «era un apasionado de la psicología… una especie de genio». En su intervención, resaltó a cinco figuras que marcaron la identidad del centro: P. Emilio Gambirasio, fundador y referente de la psicometría y la investigación aplicada en el contexto ecuatoriano; P. José Espinoza, pionero en acompañamiento vocacional; P. Julio Perelló, impulsor de un enfoque humanista y rogeriano; Dr. Patricio Bermúdez, de notable influencia en la psicología clínica nacional y el Lic. Rodrigo Garzón, recordado por su extensa labor profesional en el centro.
El padre Marcelo subrayó que el Centro Psicológico no solo sirvió a la comunidad educativa salesiana, sino también a la Iglesia y al país, convirtiéndose en un espacio de confianza para procesos de discernimiento vocacional y orientación en problemáticas de aprendizaje.
Como parte de la conmemoración del 60 aniversario, el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito otorgó un Acuerdo de Felicitación por su trayectoria, impacto social y aporte al bienestar emocional de la ciudadanía. El documento —firmado por el alcalde Pabel Muñoz López el 26 de noviembre de 2025— destaca que el centro nació en 1964 y subraya su evolución: de un consultorio atendido por un solo docente, a un equipo multidisciplinario que hoy brinda acompañamiento psicológico tanto a la comunidad universitaria como a personas externas, con especial prioridad para sectores vulnerables.
El evento concluyó con un llamado a continuar cuidando la mente y el corazón de quienes más lo necesitan, bajo la protección de María Auxiliadora y el espíritu de Don Bosco.

Fernanda Vasco
Oficina Salesiana de Comunicación




