El martes 6 de mayo, el campus Yugmacay de la Unidad Educativa Agronómico Salesiano se llenó de gozo, espiritualidad y alegría por motivo de la celebración en honor a Santo Domingo Savio, uno de los santos más jóvenes de la Iglesia y modelo de santidad juvenil en el carisma salesiano. Fue una jornada especial que permitió a toda la comunidad educativa recordar su legado y vivir, como él lo hizo, la fe con entusiasmo y compromiso.
La jornada inició con la Eucaristía, presidida por el P. Fabián Lozada, quien recordó el legado de este joven santo: su amor a Jesús, su amistad con María y su firme decisión de «morir antes que pecar». En su homilía, el padre Fabián motivó a los niños y niñas a seguir el ejemplo de Domingo, quien, desde su corta edad, demostró que la santidad también es posible para los más pequeños cuando se vive con alegría, obediencia y amor al prójimo.
Posteriormente, los estudiantes participaron de una caminata por el parque lineal del cantón Paute, como signo de la alegría y vitalidad que caracterizaban a Santo Domingo Savio. En este lugar, ellos disfrutaron de una mañana llena de juegos, dinámicas y un compartir fraterno de sus refrigerios.
Esta jornada no fue solo una conmemoración, sino también una propuesta formativa y vivencial que fortalece los valores salesianos en los más pequeños. A través de esta celebración, se buscó que los estudiantes reconozcan en Domingo Savio a un amigo cercano, un ejemplo a seguir, y comprendan que la santidad también se construye desde la vida cotidiana: siendo buenos hijos, buenos amigos, buenos estudiantes y, sobre todo, buenos cristianos.
Santo Domingo Savio es un testimonio de que la santidad no tiene edad. Su vida, aunque corta en años, fue rica en virtud, entrega y alegría. Y como educadores salesianos, seguimos apostando por formar a nuestros niños y jóvenes en el ejemplo de quienes, como él, supieron vivir con intensidad su vocación, haciéndose luz para los demás.
Carlos Villalta Reinoso
Equipo de Comunicación de la Unidad Educativa Agronómico Salesiano