El carisma salesiano es una sensación que retumba en el corazón de cada joven que forma parte de la Unidad Educativa Fiscomisional María Auxiliadora (UEFMA) de Esmeraldas, y se manifiesta mucho más cuando está presente el deporte. Por ello, con mucha alegría, nos preparamos con semanas de antelación para las Olimpiadas Deportivas que representan una semana llena de compañerismo, unión y diversidad.
La semana deportiva es una forma de reencuentro entre compañeros; aquí es donde se fortalece la confianza, el respeto y, aún más, nuestro carisma como estudiantes y jóvenes salesianos. Para los terceros de Bachillerato, son nuestras últimas Olimpiadas Deportivas en la institución, nuestro segundo hogar, y por eso son tan importantes. Es por ello que disfrutamos al máximo este tiempo lleno de emociones y momentos inolvidables mientras participamos en cada disciplina deportiva.
El colegio siempre busca brindarnos una experiencia agradable, llena de alegría y entusiasmo, aplicando el Sistema Preventivo de Don Bosco, cuyo objetivo es enseñar y crear actividades para nosotros con razón, religión y amor, haciendo que cada experiencia sea inolvidable. En estas olimpiadas, ese sistema está presente, pues la guía de los profesores nos ayudó en nuestras estrategias deportivas y, al mismo tiempo, nos motivó a dar nuestro máximo esfuerzo, generando un ambiente de confianza, cercanía y colaboración.
Cada actividad deportiva fomenta en nosotros los valores salesianos: el respeto en cada encuentro con otros cursos, la responsabilidad de participar con resiliencia, la confianza en cada compañero que representa al curso en los juegos y, el más importante, la alegría, ese sentimiento que nos acoge y nos conduce al carisma salesiano.
Nuestro patrono, Don Bosco, decía: «Corran, salten, griten, pero no ofendan a Dios». Por eso, en nuestro colegio, el deporte es una parte fundamental de la formación de cada niño y joven, siempre con el optimismo salesiano que construye para nosotros un ambiente sano y nos hace familia, ayudándonos a ser «buenos cristianos y honrados ciudadanos».
En cada grito de aliento y en cada jugada sentimos que no solo estamos compitiendo, sino que estamos creando una historia juntos. Es como si en la cancha o en las gradas se encendiera esa «chispa salesiana» que nos une como familia, donde no importa quién gane o pierda; lo importante es la vibra, la energía y las ganas de darlo todo.
Las Olimpiadas Deportivas son más que un simple evento deportivo; son un reflejo de lo que somos como jóvenes salesianos: alegres, soñadores y siempre con el corazón dispuesto a dar lo mejor. Por eso, para nosotros, lo que queda no son solo las medallas o los puntos, sino los abrazos, las risas y esa sensación de haber vivido algo grande.
Autor: Tatiana Evelyn Perlaza Jaén, miembro investigador del Club de Investigación para la Redacción Científica (CIRC)
Asesor: MSc. Elio Ramirez Rubira, director y fundador del CIRC