La Parroquia El Bastión de María vivió una jornada inolvidable al celebrar su 36.º aniversario de fundación, en el marco de la preparación para el Jubileo 2025. Bajo el lema «Peregrinos de Esperanza con María», la comunidad se reunió para compartir una mañana llena de aprendizaje, espiritualidad y alegría.

La celebración comenzó con la Eucaristía a las 07:30, seguida de la fiesta parroquial que transformó los patios de la U.E. Juan Diego Cuauhtlatoatzin en un espacio de encuentro e integración. Durante la jornada, los grupos parroquiales se prepararon con entusiasmo para recibir a la feligresía, ofreciendo estands interactivos donde los participantes no solo se divirtieron, sino que también conocieron más sobre el significado del Año Jubilar, propuesta que invita a vivir la fe con esperanza renovada.

El ambiente estuvo marcado por la alegría, la acogida y la participación activa de jóvenes y adultos, quienes vivieron experiencias de formación y convivencia. La comunidad salesiana acompañó desde los preparativos hasta la ejecución del evento, brindando su apoyo en la liturgia y en la animación de la jornada.

La Parroquia El Bastión de María celebra un aniversario que va más allá de recordar su fundación canónica, ocurrida el 8 de septiembre de 1989, día de la Natividad de la Virgen María. El lema de este año refleja la identidad mariana de la parroquia y su misión: invitar a toda la comunidad a vivir la fe con esperanza, siguiendo a María como guía segura hacia Jesús. La jornada no solo conmemoró la historia de la parroquia, sino que también fue un recordatorio de que, como comunidad, siempre hay motivos para celebrar, aprender y compartir la fe con alegría y esperanza.

En su homilía, el P. Joaquim Folqué, párroco del Bastión de María, comparó nuestra vida con un armario lleno de cajones: salud, familia, amigos, dinero, trabajo, estudios, práctica dominical, etc., que vamos abriendo a medida que los necesitamos. ¿Y dónde está Dios? Dios es todo el armario. Jesús no contrapone el amor a Dios con el amor a los demás, sino que nos recuerda que, si queremos ser discípulos suyos, debemos poner a Dios en el centro de nuestra vida, para que todos los cajones —es decir, todas nuestras relaciones con las personas y con las cosas— queden potenciadas al máximo.

Que este aniversario inspire a todos a caminar con fe y esperanza, fortaleciendo la comunidad y compartiendo el amor de Dios en cada paso de nuestra vida, en nuestras familias, barrios y comunidades.

Nancy Carrillo
Comunicación – Parroquia El Bastión de María