Unidad Educativa Sánchez y Cifuentes de Ibarra empieza la Cuaresma con fe y compromiso de conversión
Ha iniciado la Cuaresma y el Papa Francisco nos invita a vivir este tiempo como una peregrinación de conversión, fe y esperanza. En su mensaje para este tiempo litúrgico, nos recuerda que «la vocación de la Iglesia es caminar juntos, ser sinodales. Los cristianos están llamados a hacer camino juntos, nunca como viajeros solitarios». Asimismo, nos anima a preguntarnos si en nuestra vida estamos verdaderamente abiertos al encuentro con los demás y al llamado de Dios.
El miércoles 5 de marzo, la Unidad Educativa Fiscomisional Salesiana Sánchez y Cifuentes de Ibarra vivió con profunda devoción el inicio de la Cuaresma, un tiempo de preparación para la Pascua. La celebración eucarística, presidida por el P. Jean Carlos Cruzate, SDB, fue un llamado a asumir este camino con un corazón dispuesto a la transformación, tomando compromisos concretos que reflejen un verdadero cambio en nuestras vidas.
Con el signo penitencial de las cenizas, iniciamos esta peregrinación hacia la Semana Mayor, en la fe y en la esperanza. La Iglesia, madre y maestra, nos invita a preparar nuestros corazones y a abrirnos a la gracia de Dios para poder celebrar con gran alegría el triunfo pascual de Cristo, el Señor, sobre el pecado y la muerte, como exclamaba san Pablo: «La muerte ha sido vencida. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está tu aguijón?» (1 Co 15,54-55).
Como parte de la celebración, los docentes de la institución impusieron la ceniza a los estudiantes con las palabras: «Somos polvo y en polvo nos convertiremos», recordándonos la importancia de la humildad, el arrepentimiento y la conversión. La Cuaresma es una oportunidad para reflexionar sobre nuestra vida y preguntarnos si realmente caminamos con Dios y con los demás, o si estamos atrapados en la comodidad y la indiferencia.
El Papa nos recuerda que «Jesús, nuestro amor y nuestra esperanza, ha resucitado, vive y reina. La muerte ha sido transformada en victoria, y en esto radica la fe y la esperanza de los cristianos». Por ello, este tiempo litúrgico es una invitación a confiar en Dios y en su gran promesa, la vida eterna.
Que este camino de Cuaresma nos ayude a renovar nuestra fe y nuestra esperanza, fortaleciendo nuestra relación con Dios y con quienes nos rodean, para celebrar con alegría la Resurrección del Señor.
Juan Fernando Proaño
Referente Local de Comunicación | UE Fiscomisional Salesiana Sánchez y Cifuentes