Mujeres en la misión salesiana del Ecuador: Tres historias de quienes educan, sirven y transforman vidas
En el marco del Día Internacional de la Mujer, a conmemorarse el próximo 8 de marzo, la Inspectoría Salesiana del Ecuador resalta el papel fundamental que desempeñan las mujeres en la educación, evangelización y acompañamiento de niños, niñas y jóvenes de las diferentes comunidades y obras. Con vocación y entrega, ellas encarnan el espíritu de Don Bosco y Madre Mazzarello, dejando huella en cada rincón donde la misión salesiana está presente.
Lorena Nantipia: Una docente que forma con valores y esperanza
Desde las aulas, Lorena Nantipia, docente de inglés y excoordinadora del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS) en la comunidad de Bomboiza, ha convertido la enseñanza en una herramienta de transformación. Su historia con los salesianos comenzó desde su infancia, influenciada por su padre, quien le inculcó el apego a la espiritualidad salesiana. Lleva 25 años trabajando en la UE ETSA: 13 años como secretaria y los 12 últimos años como profesora de Inglés, donde encontró su verdadera vocación.
«Siempre me esfuerzo por ser una docente diferente, que los jóvenes no solo aprendan inglés, sino que también crezcan como buenos cristianos y honrados ciudadanos», asegura Lorena. Con paciencia y dedicación, cualidades desarrolladas mediante la docencia, ha asumido el reto de formar jóvenes que no solo dominen un idioma extranjero, sino que también desarrollen valores fundamentales para su vida.
Para ella, la mujer shuar tiene que seguir rompiendo esquemas, pues por las costumbres y tradiciones antiguas, la mujer era la que estaba en casa y el hombre era el que trabajaba. «Ya no estamos hechas para estar solo en la casa, sino también para estudiar, tener cargos públicos y ser buenas líderes», enfatiza.
Una frase que no está en su diccionario personal es: «Yo no puedo», por eso anima a las nuevas generaciones a no conformarse con terminar el bachillerato, sino que crean en sus capacidades y sean unos grandes profesionales, así como ella se esforzó para sacar a su familia adelante.
Paula Fierro: Una vocación que nació en el servicio
A sus 21 años, Paula Fierro es un testimonio vivo de cómo la misión salesiana puede transformar una vida. Se vinculó a los grupos misioneros a los 15 años por simple curiosidad, pero en su primer encuentro con los grupos misioneros de la UE Santo Tomás Apóstol de Riobamba descubrió su verdadera pasión.
«Me enamoré de las misiones al compartir con niños y jóvenes, conocer de cerca sus realidades y saber que hay un mundo más allá de nuestras propias preocupaciones», relata Paula, quien actualmente estudia Psicología en la Universidad Politécnica Salesiana de Quito. Su vocación se consolidó a través de la experiencia del voluntariado en Macas con las Hijas de María Auxiliadora, donde comprendió la importancia de la escucha y la cercanía con los jóvenes.
Como catequista en el Oratorio Felipe Rinaldi y colaboradora en los grupos misioneros de la Comunidad del Prenoviciado, ha experimentado la alegría de acompañar a los jóvenes en su crecimiento espiritual. «Ser parte del proceso de los niños en la catequesis y verlos recibir los sacramentos es una satisfacción inmensa. Poder ayudarles a conocer a un Jesús vivo, cercano y alegre es lo que me motiva cada día», afirma Paula.
Además, reconoce que Dios le ha dado el don de la escucha, una habilidad que ha sabido utilizar para acercarse a los jóvenes y brindarles apoyo emocional. «Muchos chicos necesitan ser escuchados, contar sus historias y recibir una palabra de ánimo. La cercanía y la alegría son herramientas fundamentales para transmitir el carisma salesiano», añade.
Su sueño es fortalecer el Oratorio Felipe Rinaldi y llevar el carisma salesiano a más niños y adolescentes. «La mujer aporta el rol materno dentro de la misión, con sensibilidad y cercanía. La mejor forma de compartir esperanza es transmitir alegría y confianza desde la cercanía con Jesús», afirma.
Yahaira de la Cruz: Una lucha por el futuro de los niños
En Santa Martha, Esmeraldas, Yahaira de la Cruz lidera con determinación la lucha por mejorar las condiciones de vida de los niños de su comunidad. Como presidenta del Consejo de Padres de Familia de la instancia de Esmeraldas del Proyecto Salesiano Costa Norte, su mayor anhelo es que los beneficiarios tengan acceso a un comedor escolar.
«Algunos niños van a estudiar sin alimentarse correctamente, por eso estamos luchando para que el comedor se haga realidad», explica. Su labor no solo se limita a la organización de actividades, sino que también busca integrar a más padres de familia en el compromiso de alejar a los niños de la delincuencia y las drogas.
Además de su trabajo organizativo, esta madre participa activamente en la vida espiritual y cultural de la comunidad. Se encarga de coordinar a los niños en las celebraciones litúrgicas, fomenta la participación en los bailes tradicionales de marimba y motiva a los padres a involucrarse más en la educación y formación de sus hijos. «Siempre trato de animar a los niños y sus familias para que asistan a la misa, participen en los sacramentos y encuentren un ambiente de fe y valores», comenta.
Su sueño es lograr estabilidad económica para asegurar que sus hijas culminen sus estudios y tengan un mejor futuro. «Quiero que mis hijas lleguen a la universidad y sean profesionales. Anhelo que puedan tener oportunidades que quizá yo no tuve», confiesa.
«Somos mujeres fuertes, guerreras. Anhelamos que nuestros hijos vivan en paz y que sean chicos de bien», finaliza Yahaira. Su historia es un reflejo del papel transformador de las mujeres en la misión salesiana, donde la fe, la educación y el amor al prójimo son pilares fundamentales para construir una sociedad más justa y esperanzadora.
Mujeres que inspiran y transforman
Las historias de Lorena, Paula y Yahaira reflejan el papel esencial de la mujer en la misión salesiana. Con su entrega, amor y sacrificio, no solo educan y evangelizan, sino que también se convierten en referentes de esperanza y superación.
A pocos días de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, la Inspectoría Salesiana del Ecuador rinde homenaje a todas aquellas mujeres que, con su testimonio y servicio, siguen iluminando el camino de miles de niños y jóvenes, demostrando que la educación y el amor son las herramientas más poderosas para cambiar el mundo.
Cristian Calderón
Oficina Salesiana de Comunicación