Diego Flor destaca por su liderazgo y vocación como coordinador nacional de la línea asociativa de los Monaguillos
Todo comenzó una mañana en los «Buenos días» cuando el animador pastoral de ese momento, el docente Wolfan Molina, llegó a mi salón para compartir este espacio con nosotros. Durante la actividad, mis compañeros comentaron que yo era monaguillo, lo que llamó la atención del profesor Wolfan. Fue entonces cuando me invitó a formar el grupo de monaguillos, junto con Juan Andrés, agente de Pastoral.
Poco a poco, más jóvenes se unieron y comenzamos con entusiasmo nuestra formación. Más tarde, se sumó el pastoralista Santiago, quien nos acompañó durante los últimos meses del año pasado.
Al regresar de las vacaciones, retomamos las actividades pastorales, y esta vez, la Miss Juanita García se unió para guiarnos en el grupo. En mayo de este año tuve una experiencia inolvidable: viajé a Quito junto con la Miss Juanita para participar en un encuentro nacional; allí compartimos con coordinadores y asesores de todo el país.
El último día del encuentro se llevó a cabo la elección del Coordinador Nacional de la línea asociativa de Monaguillos. Después de dos rondas de votación, fui elegido como Coordinador Nacional, un honor que me llena de alegría y compromiso.
Durante estos meses, he tenido la fortuna de conocer a personas extraordinarias, como el P. Diego Rodríguez, Ángel Suqui, y los chicos de la Coordinación Nacional. En cada reunión, no solo compartimos momentos de fraternidad, sino que también trabajamos arduamente para planificar actividades que impacten positivamente a los jóvenes de nuestra comunidad.
Diego Flor
Monaguillo y prevoluntario
UESF Domingo Comín