David Bayona y su testimonio como peregrino: «¡Con el tiempo lo entenderás todo!»
Un cordial y bendecido saludo querida Familia Salesiana, permítanme compartir con ustedes mi experiencia en la peregrinación a los lugares santos salesianos. No sin antes dar mi agradecimiento por vuestra confianza, acompañamiento y oportunidad de vivir una experiencia que me ha fortalecido a nivel profesional, personal, pero más que nada espiritual.
Comprender, discernir y sentir nuestro carisma e identidad desde los lugares donde inició el sueño de Don Bosco y toda su misión, es sencillamente algo indescriptible, sobre todo por el sentimiento que rodea todos estos espacios donde se vive un verdadero clima de amor, fraternidad y espiritualidad por el servicio y acompañamiento a los jóvenes.
Al ser esto transcendente y aplicable para todo tiempo, Don Bosco nos dejó líneas fundamentales de vida para poder atender, acoger y acompañar a nuestros niños y jóvenes, quienes por diferentes circunstancias viven dificultades y abandonos.
Por eso, he iniciado con la frase que María Auxiliadora le dijo a Don Bosco en el sueño de los 9 años, palabras que luego, el 16 de mayo de 1887, Don Bosco comprendería durante la Eucaristía en el altar dedicado a la madre de Dios en la Basílica del ’Sacro Cuore di Gesù’ en Roma.
Este es un momento que nos invita a reflexionar y recordar cuantas veces en nuestra vida Dios nos ha hablado y quizás no lo hemos comprendido. Por lo que debemos pensar y buscar en nosotros nuestra misión con alegría, fe y amor para ser mejores día a día como hijos, padres, hermanos y, sobre todo, como acompañantes para nuestros destinatarios; es decir, ser verdaderos testimonios del amor de Dios en la vida de quienes nos rodean.
Me despido motivándoles a seguir firmes en nuestra misión educativo – pastoral, fortalecidos en el amor de Cristo viviendo siempre con alegría y amor.
Mgtr. David Bayona Niola
Rector de la UESF Domingo Comín
