Estudio y alimentación: los pilares de los oratorios José Cafasso y Miguel Magone de Machala en favor de niños y niñas de escasos recursos
En los barrios de Venezuela y Voluntad de Dios, ubicados en sectores populares del sur de Machala, dos oratorios salesianos funcionan como bastiones de esperanza y solidaridad para niños y niñas de escasos recursos económicos. Estos espacios, que llevan por nombres José Cafasso y Miguel Magone, los cuales funcionan de martes a viernes y se han convertido en centros de apoyo integral para más de 200 beneficiarios, a quienes se les acompaña mediante el refuerzo escolar y se les brinda alimentación diaria, a través de la iniciativa denominada «Taza llena».
La comunidad salesiana de Machala acompaña y apoya cada una de estas actividades para ofrecer a las familias una alternativa para que los niños no se queden en casa, sino que puedan beneficiarse de un espacio de aprendizaje y hacer buen uso del tiempo libre. El esfuerzo es diario y permanente para lograr que los niños siempre cuenten con una persona que los acompañe y tengan un plato de comida al final de cada jornada.
El refuerzo escolar y el apoyo de jóvenes animadores
La educación es una herramienta fundamental para salir de la pobreza y alcanzar mejores oportunidades, es por ello que en los oratorios de Machala se pone mucha atención al refuerzo escolar para ayudar a los beneficiarios a superar dificultades con las tareas y también a desarrollar nuevos conocimientos.
En cada una de las jornadas, los niños acuden a las aulas para realizar ejercicios de matemática, ortografía, dictado, inglés y otras materias. En el caso de necesitar hacer una consulta en Internet, cada oratorio cuenta con un computador con acceso a Internet para facilitar la búsqueda de información y recursos que son solicitados en las escuelas. Además, se cuenta con una impresora para que vayan a sus casas con las tareas listas.
Las sesiones de refuerzo escolar no solo se centran en las materias básicas como matemáticas y lenguaje, sino que también incluyen actividades lúdicas que fomentan la práctica de valores como el compañerismo, el respeto, el trabajo en equipo y la alegría. Al iniciar cada jornada, los niños participan de dinámicas y juegos que los hace sentir en una casa salesiana.
Brindar refuerzo escolar para 75 niños en el sector de Venezuela y 125 niños en Voluntad de Dios no sería posible sin el compromiso de un grupo de jóvenes animadores y laicos que acuden en las tardes a los dos oratorios para compartir sus conocimientos. En cada uno de ellos se puede ver la vocación por enseñar, por estar en el patio con los niños y dar lo mejor para verlos sonreír, a pesar de las carencias que puedan tener en sus hogares.
Alimentación diaria: Nutriendo cuerpos y corazones
Para muchos de los niños, la realidad económica de sus familias dificulta el acceso a una alimentación adecuada y saludable. Para enfrentar esta realidad, al final de cada jornada, se brinda un plato de comida y una bebida a los pequeños que asisten, procurando que sea una alimentación saludable y de esta manera combatir la desnutrición infantil.
Los rostros de felicidad son el reflejo de que las comidas se preparan con esmero y mucho amor. Este esfuerzo es posible gracias a la colaboración de donantes y voluntarios que, movidos por el espíritu salesiano, contribuyen con su tiempo y recursos.
Un impacto transformador
El impacto de estos programas en la vida de los niños y sus familias es incalculable. Para muchos, el oratorio se convierte en un segundo hogar. Las historias de superación y resiliencia son innumerables. Niños que antes luchaban con sus estudios ahora muestran un progreso académico, y aquellos que llegaban con el estómago vacío ahora pueden concentrarse mejor y participar activamente en el oratorio.
Más allá del apoyo académico y alimenticio, los oratorios salesianos en Machala también fomentan valores de solidaridad, respeto y fraternidad. Los niños aprenden a convivir, a compartir y a apoyarse mutuamente, creando un sentido de comunidad que trasciende las paredes del oratorio.
El legado de Don Bosco en Machala
Estos oratorios son el vivo reflejo del legado de Don Bosco, quien dedicó su vida a la educación y cuidado de los jóvenes más vulnerables. Siguiendo su ejemplo, los jóvenes animadores y voluntarios laicos en Machala trabajan incansablemente para brindar a cada niño y niña una oportunidad de un futuro mejor.
En un mundo donde la desigualdad y la pobreza siguen siendo desafíos persistentes, los oratorios salesianos en Machala representan un faro de esperanza. Su labor incansable es un testimonio de que, con amor, dedicación y solidaridad, es posible transformar vidas y construir un mundo más justo para todos.
Tú también puedes sumarte a la labor que realiza la comunidad de Machala y los oratorios para seguir beneficiando más niños y niñas, pues hacen falta mesas, pupitres, adecuar las aulas y espacios de recreación y alimentos que se reparten todos los días. Si quieres apoyar esta labor, puedes comunicarte al siguiente correo: economatomachala@salesianos.org.ec.
Cristian Calderón
Oficina Salesiana de Comunicación