Celebramos la vida y entrega del P. Roberto Guglierminotti

A vísperas de su cumpleaños conversamos con el P. Roberto Guglierminotti, un auténtico pilar de la comunidad salesiana. Desde temprana edad, su corazón estaba dirigido hacia la devoción y servicio a la juventud.

Desde sus 17 años sintió el llamado de Dios; sus padres querían que termine el servicio militar antes de convertirse en salesiano, pero con una sonrisa recuerda que lo rechazaron por ser de contextura delgada. Al ingresar al seminario, su convicción y fervor lo llevaron a abrazar su vocación con determinación. El P. Mario Corombo fue su mentor, recordado por ser trabajador y dedicado a los jóvenes.

Recorrió diversas comunidades donde la bondad y la calidez lo convirtieron en uno más de su familia. Su rostro se iluminó al recordar la espontaneidad que caracteriza a los jóvenes salesianos, para él cada gesto de aprecio y cada momento compartido con ellos son fuente de inmensa alegría.

En el plano culinario, sus gustos se entrelazan con sus raíces ecuatorianas e italianas. El caldo de pata y los agnolotti son sus platos favoritos, recordando sabores que lo transportan a sus orígenes y a los momentos compartidos alrededor de la mesa con seres queridos.

Rememorando sus cumpleaños, nos invita a compartir la sencillez y la alegría de aquellos días, donde la presencia de familiares y la dulzura de los momentos compartidos llenan su corazón de felicidad.

Uno de los regalos más significativos que recuerda, es el celular que le obsequió el P. Marcelo Bravo que le permite comunicarse con su familia y el afectuoso gesto de la Comunidad San Juan Bosco, quienes le organizaron un compartir después de pasar una dura recuperación. Los lazos de fraternidad y apoyo que ha encontrado en su camino lo han fortalecido y han sido luz en momentos de dificultad.

Divide su tiempo libre en seguir las noticias a nivel mundial y cuidar de sus amadas flores, especialmente los claveles que son sus favoritas por su belleza y fragancia.

Si pudiera sentarse a tomar un café con un santo, no dudaría en elegir a Jesús. A él le preguntaría sobre los anhelos y necesidades de la juventud actual, buscando orientación para seguir cumpliendo con su misión de amor y servicio.

La frase «mi último respiro será para los jóvenes», atribuida a Don Bosco, la sigue viviendo con fervor y dedicación, asistiendo a la obra educativa Domingo Savio donde comparte consejos y risas con niños, niñas y jóvenes.

Finalmente, nos invita a celebrar la vida con agradecimiento y humildad. Su ejemplo de entrega y servicio nos recuerda la importancia de seguir el camino de Jesús y Don Bosco, donde el amor y la compasión guían nuestros pasos.

Lcda. Dennisse Vizcaino

Comunicación Comunidad San Juan Bosco – Guayaquil

Fecha: 2024-02-11

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