Educadores por vocación
En el brillante escenario de la educación, existe almas cuya labor trasciende la enseñanza para abrazar una misión más profunda: la formación integral de los jóvenes. En el corazón de nuestras instituciones educativas, los educadores católicos son pilares fundamentales, guiando con devoción y entrega a las futuras generaciones.
Es con gran honor y emoción reunirnos anualmente para rendir homenaje a aquellos que han dedicado más de cinco años de su vida a nuestras obras educativas: Domingo Comín, Domingo Savio y Cristóbal Colón. Son ellos quienes, con su compromiso incansable, han construido con paciencia, sabiduría y amor la educación.
El legado de un educador trasciende las aulas, es un faro que ilumina los caminos del saber y la fe. Encontramos la esencia de esta vocación en las palabras del Papa Francisco: «Debe ser competente, cualificado y al mismo tiempo rico en humanidad, capaz de estar con los alumnos para promover su crecimiento humano y espiritual».
En esta entrega anual de diplomas y placas, no solo celebramos logros individuales, sino que rendimos tributo a la misión de forjar, en nuestros jóvenes, un futuro lleno de esperanza y sabiduría.
Que esta celebración sea un recordatorio constante de su importancia y que su legado inspire a las siguientes generaciones a seguir su ejemplo de dedicación, pasión y amor por la educación.
Comunicación y RRPP
Comunidad San Juan Bosco Guayaquil
Fecha: 2024-01-08