P. Luis Ángel Banegas: «Agradezco a Dios por la gracia de ser salesiano»
El sábado 7 de octubre, la Parroquia Don Bosco de Cuenca fue el templo elegido para la ordenación presbiteral de Luis Angel Banegas. Allí se congregó la Inspectoría y la Familia Salesiana del Ecuador para acompañar a nuestro hermano que recibió la gracia del ministerio sacerdotal por imposición de manos de Mons. Alfredo Espinoza, sdb, Arzobispo de Quito.
En este lugar tan cercano y querido para Luis Angel, pues es exalumno de la UE Técnico Salesiano de Cuenca, dijo Sí al llamado de Dios para servir a la juventud. El lema elegido para este momento importante de su vida sacerdotal fue: «Yo los elegí a ustedes» Jn 15,16.
En la ceremonia estuvieron presentes el padre Marcelo Farfán, inspector, salesianos de las diferentes comunidades, representantes de las diferentes ramas de la Familia Salesiana, familiares, amigos y jóvenes de la UE Técnico Salesiano, del Oratorio Don Bosco, del Oratorio Centro Juvenil María Auxiliadora y de otros grupos juveniles de esa ciudad.
«Hoy asumes el arriesgarte a llevar a Cristo a través de la Palabra, de la eucaristía y del perdón sacramental a miles de jóvenes, especialmente a los más pobres», fueron las palabras de Mons. Alfredo para Luis Angel durante su homilía, a quien también le invitó a ser signo y portador del amor de Dios a una juventud que tiene la necesidad de una palabra que los levante y los salve.
Antes de concluir su mensaje, Monseñor Alfredo mencionó lo siguiente: «Ser sacerdote es una gracia muy grande, que no es una gracia para nosotros sino para la gente. Tu sacerdocio debe ser esa gracia alegre, generosa y juvenil para todos? Los jóvenes pobres, según el corazón de Don Bosco, serán tu norte, tu destino y el país donde llegar».
Antes de iniciar el rito de ordenación sacerdotal, Luis Angel recibió la bendición de sus padres: Angel Banegas y Carmita Padilla. En primer lugar, se realizó la promesa del elegido, luego la oración litánica y finalmente la imposición de manos y la plegaria de ordenación. Finalizado todo esto, Mons. Alfredo Espinoza pidió un aplauso para el nuevo sacerdote de la Iglesia.
A continuación, el padre Robert García fue el encargado de revestir al neosacerdote con la estola y casulla. Y el padre Marcelo Farfán llevó el cáliz y la patena a Mons. Alfredo para que le entregue a Luis Angel, antes que todos sus hermanos salesianos le brinden un saludo de paz.
Previo a la finalización de la ceremonia, el padre Luis Angel se dirigió a todos los presentes. En un discurso emotivo, inició dando gracias a Dios por haber sido elegido y por haberle regalado la gracia de ser salesiano, de ser sacerdote. Luego, mencionó a la Congregación, a la Inspectoría, a los salesianos y a las comunidades que fueron parte de su proceso formativo. Asimismo, agradeció a sus padres y sus hermanas por todo el apoyo brindando en su camino vocacional. Concluyó mencionando lo siguiente: «Agradezco por los jóvenes que he conocido, oro por ellos y oro también por los que voy a conocer».
Al día siguiente, celebró su primera misa en la Parroquia María Auxiliadora de Cuenca, lugar en donde recibió sus sacramentos de iniciación cristiana y posteriormente fue animador del Oratorio Centro Juvenil María Auxiliadora.
Oficina Salesiana de Comunicación
Fecha: 2023-10-10