El viernes 15 de agosto, el Oratorio Centro Juvenil Salesiano María Auxiliadora (OCJSMA) culminó el Oratorio Vacacional, luego de tres semanas de experiencias maravillosas. La jornada de clausura estuvo llena de emociones y regocijo al estar rodeados de niños niñas y jóvenes. La diversión y risas no faltaron en el último paseo que se desarrolló en el campus Yugmacay de la UE Agronómico Salesiano.
Las semanas del Oratorio Vacacional dejaron aprendizajes únicos en la memoria de varios de los animadores, quienes tuvieron la oportunidad de compartir con niños y niñas desde los 5 años hasta jóvenes de 16 años. En el corazón de los animadores quedarán grabados los nombres de los destinatarios que, a través de su risa, chistes y juegos, representaban un pedacito del amor de Dios. Aunque el camino no fue sencillo, estamos seguros que estas tres semanas marcaron un antes y después en los animadores, quienes tuvieron la oportunidad de potencializar sus cualidades, superar retos y trabajar en equipo.
Al culminar con el paseo, se reconoció a los jóvenes que colaboraron como animadores, una labor voluntaria que conlleva responsabilidad y aprendizaje. Ellos fueron recompensados con un paseo a Quito. Durante el trayecto de viaje se evidenció que ya no eran solo un grupo de jóvenes, sino una verdadera familia.
El paseo estuvo completo de actividades que fascinaron a los jóvenes. En esta oportunidad, la familia del OCJSMA tuvo la dicha de contar con la presencia de Gregorio Nhat, salesiano misionero de Vietnam. Él acompañó a los jóvenes como un animador más, saltaba, reía, jugaba, se sentía la esencia viva de Don Bosco en él. Además, se acompañó Valentina y Juan, dos voluntarios del oratorio, en la Eucaristía de Envío. El paseo fue la representación viva de que el Oratorio son los jóvenes, con un corazón unido en amor y hermandad.
Al culminar con esta gran experiencia, queda mucha sabiduría y entrega, queda el sentimiento de unos amigos que, poco a poco, se sentían como hermanos, y de un patio que se convirtió en casa. Asimismo, queda también el recuerdo de cada uno de los destinatarios que acompañaron en esta colonia, quienes dejaron marcas inimaginables en el corazón y la mente de cada animador.
En la colonia del OCJSMA se recordó que el amor de Dios está en el servicio activo, y que siempre está la dicha de ser guiados por Don Bosco; que su amor se siente porque se está con y para los jóvenes.
Karla Montenegro Ron / Iván Crespo
Comunicación OCJSMA