La Enseñanza Religiosa Escolar se fortalece como disciplina de encuentro y trascendencia
En el marco del Encuentro Nacional de Vicerrectores de los Centros Escolares Salesianos (CES) realizado el pasado 17 de julio, se llevó a cabo desde Editorial Don Bosco una presentación que marca un hito en el camino de la transformación de la Enseñanza Religiosa Escolar (ERE). Rubí Morillo, parte del equipo consultor de la Editorial, socializó la nueva propuesta de currículo nacional para la ERE, publicada en este año por la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE).
El encuentro, que reunió a vicerrectores de las obras educativas salesianas tanto de la Costa como de la Sierra, fue el espacio propicio para reflexionar sobre el sentido profundo de esta asignatura fundamental en la formación integral de niñas, niños y adolescentes. Rubí presentó la estructura curricular del documento, destacando sus fundamentos pedagógicos y teológicos, así como los elementos clave que lo componen: competencias específicas, objetivos de aprendizaje, saberes centrales, criterios de evaluación y orientaciones metodológicas.
Durante la charla se subrayó que la ERE debe ser reconocida como una verdadera disciplina educativa, capaz de promover el diálogo, el pensamiento crítico y el encuentro profundo de la persona humana con su dimensión trascendente. Se enfatizó que más allá de transmitir contenidos doctrinales, la ERE abre caminos para el desarrollo de una espiritualidad encarnada, contextualizada y en diálogo con las realidades juveniles actuales.
Uno de los principales desafíos identificados durante la formación fue el de generar espacios de debate y reflexión en los equipos pedagógicos de cada institución, para que esta nueva propuesta curricular no se quede en el papel, sino que se traduzca en experiencias de aprendizaje significativas. Estas experiencias deben ser capaces de acompañar al estudiante en la vivencia auténtica de su fe y su proyecto de vida.
Los vicerrectores participantes acogieron con interés la propuesta y manifestaron su compromiso de acompañar la implementación del nuevo currículo, como parte del proceso de renovación educativa al estilo de Don Bosco. Coincidieron en que este paso es clave para fortalecer una educación evangelizadora, que forme «buenos cristianos y honestos ciudadanos», como soñaba el santo fundador del carisma salesiano.
Paúl Córdova G.
Grupo Editorial Don Bosco