¡Cinco mil asistentes! Obras educativas de Guayaquil protagonizaron multitudinario homenaje a María Auxiliadora
El viernes 23 de mayo, la Comunidad Salesiana San Juan Bosco de Guayaquil celebró la Fiesta de María Auxiliadora. El homenaje unió a más de cinco mil personas en una muestra de fe, devoción y amor a la Virgen.
La UEPBS Cristóbal Colón, la UESF Domingo Comín y Domingo Savio prepararon tres Eucaristías campales simultáneas, cada una representaba a su respectivo CES. Las celebraciones fueron presididas por el P. Rómulo Sanmartín, sdb, P. Alberto Henríques, sdb, y Mons. Luis Sánchez, sdb, quienes, con palabras llenas de esperanza y espiritualidad, invitaron a todos a confiar plenamente en la intercesión de María Auxiliadora.
La liturgia fue vivida con gran recogimiento, pero también con la alegría característica de la espiritualidad salesiana.
Una vez culminadas las eucaristías, se dio inicio a uno de los momentos más esperados del día: la procesión. La imagen de María Auxiliadora fue acompañada por los estudiantes de tercero de bachillerato y los monaguillos, quienes guiaron el recorrido que abarcó las calles Cañar, Dolores Sucre, Francisco Segura Cano y la Av. Domingo Comín.
A lo largo del trayecto, miles de fieles se unieron a la caminata. Se vivieron escenas conmovedoras: familias completas caminando juntas en oración, niños disfrazados de María Auxiliadora y Don Bosco, grupos de jóvenes con pancartas, globos, flores, y, sobre todo, con una alegría.
Cada paso de la procesión fue una expresión de fe y confianza. Se oró por las familias, los sueños de los estudiantes, el bienestar de los docentes, las vocaciones, y por un país más justo, unido y solidario. Fue un día que recordó a todos que María no deja sin respuesta a quienes acuden a ella con el corazón sincero.
La caminata concluyó con la llegada a sus respectivos planteles, donde se vivió un compartir fraterno entre estudiantes, docentes y padres de familia. Fue una celebración en la que cada detalle reflejaba el amor a María y la fuerza del carisma salesiano.
Esta gran fiesta nos deja la certeza: la familia que reza unida, permanece unida. En medio de las dificultades, los desafíos de la vida cotidiana y los retos de la educación, la oración compartida es el motor que impulsa a seguir adelante. Y cuando oramos en comunidad y caminamos juntos con fe, somos más fuertes.
Todo lo que se pidió durante la procesión en voz alta o en silencio, con lágrimas o sonrisas, María Auxiliadora lo ha escuchado. Y como madre amorosa, lo presentará a su hijo. Por eso, con el corazón lleno de gratitud y confianza, volvemos a recordar las palabras de nuestro padre fundador: «Ella lo ha hecho todo».
Lcda. Dennisse Vizcaino
Comunicación | Comunidad San Juan Bosco Guayaquil