El martes 6 de mayo, la Unidad Educativa Salesiana Domingo Savio de Cayambe vivió una de las jornadas más significativas de su calendario institucional: la fiesta de su santo patrono, Santo Domingo Savio. Con una programación cargada de fe, alegría, arte y reflexión, toda la comunidad educativa se unió para honrar a este joven santo que supo responder al llamado de la santidad en medio de su vida cotidiana, con alegría y entrega al estilo de Don Bosco.
La jornada inició con una Eucaristía en la que participaron estudiantes del ciclo de bachillerato, básica superior, así como el personal docente, administrativo y de apoyo de la institución. Este momento litúrgico, celebrado con gran recogimiento, fue el corazón de la fiesta. En su homilía, el P. Jean Carlos Cruzate destacó cómo Domingo Savio supo descubrir a Dios en lo cotidiano, siendo un joven alegre, servicial y profundamente enamorado de Jesús y de María. «La santidad no es solo para los adultos o los religiosos, también es posible para los jóvenes que viven con amor, responsabilidad y entrega cada día», señaló, invitando a todos los presentes a seguir su ejemplo.
Mientras tanto, los estudiantes de primero a séptimo de educación general básica participaron en encuentros formativos. A través de dramatizaciones, cantos, actividades artísticas y juegos, los más pequeños pudieron conocer aspectos esenciales de la vida de Domingo Savio: su infancia sencilla, su entrada al Oratorio de Don Bosco, su deseo de ser santo y su lema de vida: «Antes morir que pecar». Estos encuentros formaron el corazón de los niños, mostrándoles que la santidad es una propuesta concreta, posible y profundamente alegre.
Esta fiesta también fue una experiencia profunda de identidad carismática, que permite fortalecer el sentido de pertenencia y la misión salesiana en Cayambe. Celebrar a Domingo Savio es volver la mirada a los jóvenes como protagonistas del presente, creyendo en su capacidad de transformar el mundo desde la sencillez, el estudio, la fe y el amor a Dios. Es reafirmar la convicción de Don Bosco: «Basta que sean jóvenes para que los ame».
En el contexto de las celebraciones del mes de María Auxiliadora, esta jornada también sirvió como preparación espiritual para vivir intensamente el carisma salesiano. Domingo Savio, profundamente devoto de la Virgen María, es un modelo perfecto para enseñar a los estudiantes a amar a la Madre de Dios con ternura y confianza filial.
Al cierre de la jornada, los rostros de los estudiantes reflejaban satisfacción, aprendizaje y alegría. El eco de las canciones, los aplausos y las reflexiones continuaba resonando en los pasillos y en los corazones. Más allá de las actividades puntuales, quedó la semilla sembrada en cada estudiante: la certeza de que ser santos no es un ideal lejano, sino una meta posible y hermosa cuando se vive con amor, alegría y responsabilidad.
Desde la Unidad Educativa Salesiana Domingo Savio de Cayambe, un agradecimiento a todos quienes hicieron posible esta jornada: al equipo de pastoral, docentes, padres de familia y especialmente a los estudiantes, quienes dieron vida a esta fiesta con su participación activa y corazón generoso.
Como Domingo Savio, queremos decir cada día: «Queremos ser santos, siendo estudiantes responsables, amigos sinceros y cristianos alegres».
Franklin Valenzuela
Referente Local de Comunicación | Comunidad de Cayambe