En medio del espíritu salesiano que anima cada jornada, la Unidad Educativa Fiscomisional Salesiana Sánchez y Cifuentes celebró con entusiasmo la fiesta de Domingo Savio, el joven santo del oratorio de Don Bosco. El pasado 9 de mayo, la comunidad educativo-pastoral se reunió para rendir homenaje a uno de los más grandes referentes de santidad juvenil, cuya vida sigue inspirando a jóvenes alrededor del mundo.
La jornada comenzó con un «Buenos días», en el que se recordó el testimonio de fe, entrega y alegría de Domingo Savio. El ambiente de fiesta espiritual fue liderado por los estudiantes de décimo año de Educación General Básica, quienes fueron los protagonistas de un día cargado de formación, creatividad y juegos en equipo.
El punto central de la celebración fue la Eucaristía, presidida por el P. Jean Carlos Cruzate, sdb, quien invitó a los estudiantes a seguir el ejemplo de Domingo: buscar la santidad en lo cotidiano, santificando cada acción con amor y alegría.
En el espacio formativo, los estudiantes profundizaron en la vida de Domingo Savio a través de un video interactivo. Domingo Savio fue un adolescente, alumno de Don Bosco, que se destacó por su profunda vida espiritual, su amor a la Eucaristía y su firme propósito de vivir con coherencia su fe. A los 14 años alcanzó una madurez espiritual admirable, y dejó como legado su lema: «Antes morir que pecar». Este fue el mensaje que se llevaron nuestros estudiantes sobre este gran santo salesiano.
Para afianzar lo aprendido, se organizó una dinámica de preguntas y respuestas al estilo de «Quién quiere ser millonario», en la que los estudiantes demostraron no solo su conocimiento, sino también su entusiasmo y espíritu colaborativo. La actividad, además de ser lúdica, reafirmó los valores aprendidos en la jornada.
La celebración continuó con una muestra de talento y creatividad en la que cada paralelo presentó un número artístico preparado con esmero. Una danza de expresión corporal, una representación cultural indígena, un canto popular y una interpretación instrumental en saxofón dieron cuenta de la riqueza expresiva de los jóvenes y de su capacidad de celebrar la fe con arte y pasión.
Finalmente, la fiesta concluyó con partidos amistosos de fútbol entre los paralelos, en un ambiente fraterno y festivo que fortaleció los lazos de compañerismo. Así, entre formación, arte y deporte, se cerró una jornada que permitió vivir el espíritu de Domingo Savio en toda su profundidad.
En el corazón de esta celebración quedó sembrado el deseo de muchos jóvenes de vivir con alegría, aspirar a la santidad y elegir siempre el bien. Porque como Domingo, los jóvenes de hoy también están llamados a ser luz para los demás, testigos de esperanza en medio del mundo.
Juan Fernando Proaño
Referente Local de Comunicación | UE Fiscomisional Salesiana Sánchez y Cifuentes