Damos gracias a Dios por permitirnos vivir intensamente estos cuatro días de formación misionera en la ciudad de Machala, un tiempo de gracia, aprendizaje, comunión y fortalecimiento de nuestro espíritu de servicio. Fuimos testigos de cómo el Señor obra a través de la generosidad y el compromiso de cada uno de los grupos que formaron parte de esta experiencia. Cada día estuvo marcado por la entrega y el esfuerzo de las distintas comunidades y equipos que, con amor y dedicación, nos apoyaron tanto en las formaciones como en la preparación y entrega de los refrigerios.
Las formaciones fueron espacios de profundo crecimiento espiritual y pastoral. Gracias a la participación activa de cada grupo, pudimos compartir temas fundamentales para nuestra misión, reflexionar sobre nuestro llamado evangelizador y renovar nuestro compromiso con el servicio a los demás, especialmente a los más necesitados.
Queremos hacer un reconocimiento especial a todos los que colaboraron en la organización, facilitación y logística. A quienes dirigieron las charlas y dinámicas, a los que sirvieron con una sonrisa un refrigerio o ayudaron a crear un ambiente acogedor y fraterno: ¡gracias de corazón! Su esfuerzo no pasó desapercibido, y sin duda fue parte esencial para que estos días fueran un verdadero éxito.
Que el Señor recompense abundantemente a todos los que hicieron posible esta formación misionera. Sigamos caminando juntos, animados por el Espíritu Santo, en esta hermosa misión de anunciar el amor de Dios con nuestras vidas.
Neiser Carchipulla
Referente Local de Comunicación | Comunidad Salesiana Machala








