El pasado viernes 12 de septiembre culminó la segunda semana del periodo de adaptación en la Unidad Educativa Agronómico Salesiano, un espacio preparado con dedicación para los niños de Inicial 2 y Primero de básica. Durante estas dos primeras semanas, las docentes organizaron actividades lúdicas y recreativas para acompañar la transición escolar, fomentando el aprendizaje y fortaleciendo destrezas esenciales.
Desde el inicio de este proceso, el objetivo fue brindar seguridad y confianza a los más pequeños, quienes dan sus primeros pasos en la vida escolar. Para ello, se propuso un cronograma lleno de juegos, dinámicas y actividades que fortalecieron la creatividad, el trabajo en equipo y la expresión emocional. La escuela se convirtió en un espacio de acogida, alegría y entusiasmo, donde el carisma salesiano se vivió con cercanía.
Entre las actividades más destacadas se realizó la creación de obras artísticas con pintura de dedos. Allí, los niños dieron rienda suelta a su imaginación, plasmaron formas, dibujos y figuras descubriendo el gozo de aprender jugando
Asimismo, los pequeños participaron en un taller de manejo de emociones inspirado en la película Intensamente. A través de dinámicas sencillas, reconocieron sentimientos como la alegría, la tristeza, el enojo o el miedo, y comprendieron que todas las emociones son importantes.
Las manualidades y funciones de títeres también tuvieron un papel esencial. Con ellas, los estudiantes desarrollaron la capacidad de atención, la memoria y la imaginación, mientras aprendían valores como el respeto, la amistad y la solidaridad. Cada una de estas experiencias se enmarca en el estilo pedagógico salesiano, donde el juego, la fe y la alegría son el camino para educar.
El acompañamiento de las docentes resulta clave en este periodo de adaptación. Con paciencia, cariño y estrategias adecuadas, logran que los niños se sientan acogidos y motivados en su nuevo entorno. El trabajo en equipo entre escuela y familia también fue fundamental, pues los padres de familia apoyan este proceso con entusiasmo y confianza.
La culminación de estas dos primeras semanas refleja el compromiso de la institución por garantizar un ambiente educativo integral. Más allá de la enseñanza académica, se busca acompañar el desarrollo humano y espiritual de cada niño, en línea con los valores heredados de Don Bosco. Tal como lo soñaba el santo de los jóvenes, el oratorio y la escuela se convierten en hogares donde cada estudiante es amado, respetado y guiado hacia un futuro lleno de esperanza.
Carlos Villalta Reinoso
Equipo de Comunicación | Unidad Educativa Agronómico Salesiano